He decidido marcar el fin del año y el comienzo del Año Nuevo en este website con una entrevista. Sin embargo, dadas las circunstancias, he pensado en realizar una entrevista no convencional, en forma de diálogo, que abra la puerta a las dudas, quizás a las diferencias de opiniones, pero también a la sensibilidad y a un enfoque más personal sobre la masonería.
Al Q:. H:. Brenno Ambrosini, Gran Canciller de la GLSE, todos lo conocemos; me he puesto en el lugar de los HH:. que me leen y los he imaginado pensando: “Otra entrevista de un H:. que conocemos bastante bien, que es muy activo en la obediencia y en las redes. ¿Qué puedo leer de nuevo?”
Entonces he pensado en traer un enfoque diferente. “Esta no es una entrevista” porque no sigue la tónica de las entrevistas clásicas. Es un diálogo fraterno entre amigos que busca explorar algunos rincones del corazón y de la mente del Q:. H:. Brenno, que tal vez permanecen desconocidos, pero son igualmente importantes en la construcción de una persona, como la fecha de su iniciación, las razones por las cuales ha tocado a la puerta del templo o el símbolo con el que más se identifica.
"Esta no es una entrevista”. Es una puerta más que el Q:.H:. Brenno, con generosidad, nos abre hacia su ser, sin barreras y con total sinceridad.
1. Ya sabemos que tu nombre simbólico es Marco Polo. Pero hay algo que ha llamado mi atención: todos conocemos la imagen de Marco Polo como un hombre viejo, anciano y sabio. Sin embargo, en tu libro, hablas de un Marco Polo joven que representa la imagen distintiva del famoso personaje. Me permito citar un pasaje: "Érase una vez un niño que quería tocar su horizonte y, extendiendo sus manos, aferrarlo para ver si detrás enmascaraba a su padre. El viento, su amigo, le llevaba la imaginación. El agua, su compañera, le hacía flotar la sangre. El fuego, su mentor, animaba su aliento. Le acompañaba su espíritu magno y la voluntad de adueñarse de aquel horizonte le hizo descubrir la infinidad, desde siempre, de un círculo que nunca acaba. Érase una vez un niño soñador, que en su infancia vio cómo la vida le puso en quehaceres de hombre maduro, paciente aprendizaje en el que sueño y fantasía se entremezclaban con la gestión del negocio familiar y el constante contacto social”. ¿Podríamos decir que te identificas con este Marco Polo joven? ¿Que en tu corazón persiste siempre el deseo incansable de "descubrir la infinitud", de tocar el horizonte, de explorar mundos desconocidos, con la misma energía y entusiasmo que Marco Polo tenía en su juventud?
Ante todo, quisiera agradecer de corazón el espacio que me dedicas en tu blog, un espacio en la enrevesada madeja virtual que se distingue de los otros por traer quietud, amor y calidez en un ámbito masónico demasiadas veces contaminado por una sabiduría de corta/pega. Contestando a tu pregunta, afirmo con un rotundo “sí”. Me identifico con la “idea” del Marco Polo joven, tal y como él mismo añoraba con su sonrisa amarga en la vejez. Una infinitud que es una utopía embellecida por un velo transparente de quimera, que nos hace aún más atraíbles hacia una meta inexplorada pero no secreta. Simplemente muy lejana pero recognoscible en su fulgor. Mas no sólo me identifico con en magno veneciano por el deseo de intentar develar y develarse: me encandila y me cautiva la imagen del adolescente cuyos ojos emanan destellos que arman un puente hacia el horizonte, diseñado por los contornos de sus labios ligeramente y melancólicamente sonrientes, metáfora ellos, o quizás alegoría, de una voluntad de nihil impossibile volenti aunque convencidos de la impracticabilidad del pleno conocimiento y de la plena sapiencia.
2. En varias entrevistas, has hablado sobre lo que la masonería significa para ti. Inspirada por una crítica reciente de tu libro en este sitio web, he decidido llevar esta conversación bajo el lema " Esta no es una entrevista". Te voy a presentar una afirmación con la que puedes estar de acuerdo o no, por supuesto, argumentando tu respuesta. Así que, si te digo que "la masonería es una aparente vía de escape de la realidad profana para los idealistas, pero más que los Campos Elíseos, es el Laberinto de Ariadna", ¿qué me dirías?
No es fácil contestar a esta pregunta, sobre todo sabiendo que, al conocerme, también sabes cómo y lo que pienso al respecto. Entiendo que me propones un reto, y al lanzarme tu guante blanco, lo recojo con gusto. La masonería es in primis una andanza personal, en un camino iniciático, tejida por vivencias simbólicas correlacionadas entre sí, continuadas y consecuentes por su interpretación en el tiempo profano. Desde mi humilde punto de vista, definir “masonería = vía de escape” es manufacturar una obra de reducción y de banalización, humillando a priori su idea. Ni personalmente quiero un inframundo privilegiado, ni quiero hilos de la pura Ariadna que me salven. Los Campos Elíseos clásicos se asocian con los valientes y los virtuosos después de la muerte terrenal, pero lejos de la posterior concepción del cielo cristiano, y por ello son inframundo. El Laberinto y Ariadna nos recuerdan la posibilidad de retorno después de la lucha con el monstruo, a través de un camino oscuro y guiados por la hebra del Amor. Siempre, no obstante, nos olvidamos que rechazaríamos más tarde este Amor y lo abandonaríamos en los brazos de Dioniso. Ambas imágenes son muy poéticas y superficialmente embriagadoras, pero no corresponden con mi visión de la masonería.
El primer enunciado, desde mi óptica, es subjetivo y no lo comparto, hasta diría que lo rehúso. Es verdad que de forma latente y subconsciente la “masonería” puede transformarse para algunos en una vía de escape, y muy peligrosa a mi aviso, de su gris existencia. Pero esta vía de escape será implacablemente hacia una realidad inexistente que te fagocita a un mundo paralelo en el que se dejan resbalar las riendas de la razón y del corazón. Esta realidad, más “profana” aún que la profana porque subconscientemente “glorificada” por una auto convicción ficticia que quiere utilizar conductos simbólicos e iniciáticos “sagrados”, llevará inexorablemente al que la viva hacia un alejamiento del método y del simbolismo, y sobre todo le bloqueará en su camino iniciático. Además, opino que no ansío poseer una meta, ansío hacer el camino. No ambiciono estar en los Campos, ni escapar volviendo gracias a un hilo. ¿Y si el Minotauro fuera yo?
3. Siempre te preguntan en las entrevistas cuál es el símbolo masónico que más te gusta y con el que más te identificas. Voy a preguntar lo contrario: ¿cuál es el símbolo masónico que menos te gusta y por qué?
Buena pregunta, y me resulta fácil de contestar si quisiera entender tu pregunta de una forma frívola, y lo voy a hacer con un ejemplo. Si fuera Primer Vig.·. de mi R.·.L.·. y un A.·. me dijera que un símbolo no le gusta, da igual todas las explicaciones históricas, simbólicas, ecc… que me pudiera ofrecer, lo tendría muy claro: a este A.·. le falta mucho camino antes de un aumento de salario. Puede haber símbolos que inspiran más que otros, que iluminan, que te encariñan, te estimulan, te retan. No puede haber ni debe haber símbolos que no te gusten, porque los símbolos están allí para que los interpretes personalmente y los estudies históricamente, masónicamente, esotéricamente… Todos están allí para provocar tu gimnasio dialéctico contigo mismo. El reto que te plantea un símbolo es una prueba constante para aprender, y cualquier aprendizaje es positivo para el crecimiento personal. Creo que he contestado relativamente claro. Ahora bien, dando por cierto que tus preguntas nunca pueden ser frívolas, te puedo decir que, ciñéndome al Primer Grado, el símbolo con el que menos, desgraciadamente, me identifico, y por ello sigo dándole muchas vueltas, es el cincel. ¿Por qué? Porque es el que tiene que hacer diana, es el que puede hacerte fallar y arrasar en un instante, por ende, un trabajo. Es el trabajo fino y con dirección, enfocado, que intento hacer siempre con hasta demasiada autocrítica. Por ello no me identifico, si así se puede decir, con él: porque tengo que trabajarlo constantemente. El macillo y la regla creo que resultan más fáciles para mí, el cincel necesita más atención y dedicación por mi parte.
4. Siempre he pensado que la masonería es una sociedad discreta y debería seguir siéndolo (tal vez por culpa de demasiados amigos regulares, ¿quizás?). Uno de los puntos de tu programa es hacerla más conocida en la sociedad española y más comprensible. Tengo mis dudas al respecto, aunque admiro mucho la implicación del Gran Oriente de Francia en la vida social y en la defensa de los derechos y la democracia, etc. ¿Podrías hablar con alguien como yo, un incrédulo Tomás, un poco más sobre tu idea de aumentar la comunicación con el mundo profano y explicarme el cómo y el por qué?
Bueno, yo también soy regular, y mucho, aunque no siempre aceptado por todos los HH.·. supeditados a las normas de una masonería obsoleta, misógina e imperialista de la U.·.G.·.L.·.E.·.. Además, si miramos a los “regulares” de otros países, son mucho menos discretos de lo que podamos ser nosotros, saliendo ellos a la calle con atuendos o publicando fotos de las Grandes Asambleas, como las de Londres. Mi idea es que la Masonería tiene que normalizar su presencia en la sociedad española y europea, y lo debe hacer poniendo en luz la obra que puede realizar en la societas gentium. Desde luego no exponiendo cómo y lo que se trabaja en el taller. Oficios sí, simbología y grados, no. Los masones, por nuestro método, pensamos de forma “diferente”: no nos dejamos (no nos deberíamos dejar) llevar por ideas preconcebidas o impuestas, e somos (deberíamos ser) humildes librepensadores. Debido a ello, y gracias al constante gimnasio dialéctico que nos ofrece el trabajar de forma grupal garantizados por el Rito, nuestra visión es más amplia, abierta a aportaciones, pero no a contaminaciones ni poluciones. Esto es lo que hay que proponer a la sociedad: que, sin sacrificar niños o pasear cabras en los templos tal y cómo a alguien le gusta pensar, tenemos la habilidad de conseguir mejorías en la sociedad de una forma altruista y de alto nivel ofreciendo puntos de vistas y hasta soluciones que serían impensables de otra forma. Hay que decir qué pueden hacer los masones, y lo que han hecho a lo largo de la historia, estos obreros que se han comprometido en el seno un método de trabajo que tiene por fin utópico una sociedad justa a través del sendero de la fraternidad, de la igualdad y de la libertad. Hay que ofrecer una imagen noble de una Institución noble y portadoras de valores que no tienen fecha de caducidad, y hay que hacerlo a través de una comunicación cuidada y precisa en los mediay aproximándonos a las instituciones educativas, académicas y a los jóvenes.
5. La gran mayoría de los HH.·. te conocen como una persona llena de alegría, cuya risa se escucha al otro lado del Atlántico 😊. Aunque muchos podrían pensar que, dado que eres artista, la sensibilidad entra en la descripción de tu trabajo, eres mucho más que eso. Tienes una sensibilidad absolutamente tremenda, que te hace sentir todo 200% más intenso: las cosas buenas, pero también las malas. Todos sabemos que la masonería está compuesta por personas, que no son perfectas, lo más perfectibles posible. Por lo tanto, hay momentos difíciles, y tú has experimentado bastantes. Tu eres una persona que vives y sientes la masonería con todo tu ser. ¿Como lo haces? ¿Cómo sientes la masonería y sus momentos difíciles?
Me conoces y tienes razón: la sensibilidad es mi talón de Aquiles. Todo lo vivo intensamente, y con profunda pasión. Pero con sufrir, en el sentido de sub-feroo mejor sub-ferre, se aprende y se incita al volcán de la creatividad y el entusiasmo, por un lado, y de la empatía y la con-pasión, por el otro. Los momentos difíciles que se verifican en nuestro, también, muy humano y reducido grupo de personas, son duros pero necesarios para poder darle el giro de 180º y valerse de ellos para crecer. Esto nos enseña, entre otras cosas, la escuela continua de la masonería. Y no es, desde luego, la masonería quien nos da estos momentos difíciles, sino nosotros los masones. Cada uno vive la masonería a su manera, y mi manera innata de ser me orienta en abrazar con Amor todas mis vivencias, a sabiendas que la Orden es muy sabia y todo lo reconduce a sus cauces: sólo es una cuestión de tiempo para que todo esté en el lugar y en el sitio que le corresponde. Confianza en la Orden que nos pone a prueba. Lo importante es trabajar con alegría siempre seguros y confiados que tendremos nuestro alto salario. ¡Gloria al Trabajo!
6. Cuando fui iniciada, me dijeron que la masonería es una élite. ¿Cuál es tu opinión? ¿Es la masonería elitista? ¿Debería serlo?
Puede ser que en nuestra sociedad la masonería se pueda definir como una élite, pero desde luego no como elitista. Intento explicarme sin dar pie a malentendidos porque la palabra “élite” ha asumido un valor bastante negativo en el lenguaje común. En nuestra sociedad los valores puramente humanos están en decadencia (afirmación que se me podría rebatir afirmando que también Séneca, entre otros, decía lo mismo hace algún siglo). Comprometerse hoy en día por juramento o promesa en trabajar para que los valores inmortales y los principios de la institución, que se podrían resumir finalmente en cinco puntos, es una acción de valientes. Y comprometerse para extender – a mí me gustan mucho los verbos “esparramar” y “desparramar” – dichos valores y principios en la sociedad es de más valientes aún. En este sentido, se podrían definir los masones como una élite. El adjetivo “elitista” personalmente no me gusta porque lo encuentro algo sectario y muy profano, como si los masones quisieran sentirse parte de un grupo de personas superiores que comparten un algo negado, prohibido para lo no adeptos, y cuando digo adeptos no entiendo iniciados. Algo excluyente y no englobante, y por lo tanto contrario al principio de reunir lo disperso y contrario a cualquier acepción del trinomio Libertad - Igualdad - Fraternidad. Si queremos jugar con las palabras, podríamos decir que es una élite no elitista.
7. Considerando que eres italiano y tienes fuertes lazos con HH.·. de Italia, me gustaría preguntarte cuáles son las diferencias que percibes entre la masonería italiana y la masonería española?
El español y el italiano son caracteres muy cercanos, y la idiosincrasia de los españoles y de los italianos muy parecida. Lo que percibo sobre todo es la “antigüedad”: la masonería española, por cuanto se quiera decir, es una masonería joven, con todo lo bueno y lo malo que eso conlleva. La italiana, mucho menos joven, con todo lo bueno y lo malo que eso conlleva. (Siempre que se entienda la acepción utilizada en bueno y malo). Es un hecho histórico que los cuarenta años negros de España han conseguido casi completamente destruir una estructura y una forma mentis en gran parte de la península, y gracias a lo que quedaba de masonería en exilio y de ayudas de otros HH.·. y Obediencias se ha podido empezar a reconstruir el Templo. Pero hace muy pocos años. En Italia la masonería hace parte de la sociedad – amada u odiada – pero está en ella. En España todavía no, siendo aún más reticente por parte de muchos masones declararse miembros de ella. Justamente por su juventud, espero que cada día más, con renovadas energías, la masonería en España pueda tener la consideración que se merece, tal y como pasa en nuestros Países vecinos: Portugal, Francia e Italia.
8. Hablando de particularidades y del ámbito internacional, como Gran Canciller, recientemente compartiste con nosotros el tema de CLIPSAS de este año, que es "Masonería e IA". ¿Cuál es la opinión del H.·. Marco Polo sobre la IA?
La IA es una enorme posibilidad para nuestro mundo, pero es un arma de doble filo, y de inteligencia no tiene nada, visto que no piensa y sólo computa, mientras que de artificial lo tiene todo. Que la humanidad esté sometida a un enorme DBase que calcule a través de todopoderosos algoritmos todo lo posible calculable para evitar errores, no me hace ninguna gracia. Que los humanos devengan números como lo fueron en Auschwitz, privándoles de su unicidad, de su “humanidad”, y reduciéndoles a meros números de pobladores de este planeta, tampoco. Que la genialidad, el Arte, la emoción, la creatividad no se contemplen y hasta puedan considerarse razón desestabilizante del cálculo por no poderse medir en 0 y 1, me horroriza. Siempre digo que mi primera hipoteca, en la que el director de la sucursal puso su palabra y su honor para que me la concediesen, hoy en día, en las mismas circunstancias de entonces, no me la darían porque, por cálculo IA, no tendría las fuentes seguras de ingreso que pudieran garantizar todo al Banco (y nada a mi), y la IA ni permitiría al director de la sucursal poner un visto bueno a mi expediente. Mal. Se perderían un buen y fiel pagador. Peor para ellos. ¿No existirán la lealtad, el honor, la “palabra dada” en nuestra sociedad del futuro? Eso no se puede al momento contemplar en la IA, ni interesa porque la IA se desarrolla no para el bienestar de todos los humanos, sino para la de pocos, o para otros fines. ¿No quitaremos lo poco de humano que nos queda en cuanto en la IA se incorpore la emoción, lo que pasará en breve? Nunca jamás, pero, se podrá incorporar el instinto y el intuito en ella, simple y simplista artefacto parido para eliminar riesgos y huir de la amenaza del azar. ¿No tendrá el hombre adormecido su cerebro evitando cualquier desafío y apartando la discusión sobre valores, derechos y deberes – sobre filosofía, ya tan atacada por los actuales sistemas educativos - al confiarlos a la decisión de una máquina que siempre más se nos impondrá como un Dios de silicio? El hombre es vago: cuanto más fácil la tarea, menos piensa. Bueno, después de tanto dramatismo verdiano que me delata como italiano, sólo puedo decir que la IA es para mí una gran incógnita de y en el futuro. Amargamente, mi última pregunta: ¿no será la IA el último logro de la raza humana? Para desdramatizar, déjame acabar diciendo que siempre nos quedaremos los masones, librepensadores, con nuestra utopía humanista.
9. Para concluir, los que te conocen saben que te gusta la poesía. Disfrutas leyéndola y escribiéndola. Si te pido expresar tu visión sobre la fraternidad, que es tan valiosa para ti, en una pequeña poesía, ¿qué me dirías?
FRATELLANZA
Quando disegno le tue labbra
Scopro il sapore della Rosa
Il profumo chiude gli occhi miei
Mi fa sognare un mondo di Fratellanza
Etereo
Fragile
Delicato come un Amplesso fresco
Nulla si lascia toccare
Se non i petali della nostra Rosa
Ci guidano sempre più caldi
Nel loro disegno infinito
Inestricabile
Affascinante
Felicità che dura un attimo
Lungo come l'eternità dei nostri cuori uniti
(HERMANDAD: Cuando dibujo tus labios / Descubro el sabor de la Rosa / El perfume cierra mis ojos / Me hace soñar con un mundo de Fraternidad / Etéreo / Frágil / Delicado como un abrazo fresco / Nada se deja tocar / Excepto los pétalos de nuestra Rosa / Nos guían cada vez más cálidos / En su dibujo infinito / Inextricable / Fascinante / La felicidad que dura un instante / Largo como la eternidad de nuestros corazones unidos)
¡Gracias por tu tiempo!
Muchísimas gracias, Qª.·.Hª.·. Spes, por haberme dedicado tu confianza y tu tiempo. Y por conducir tu blog por un camino tan lleno de belleza, sensibilidad y Amor.
Hoy tengo el honor y el placer de presentarles la entrevista del M.·.S.:.P.·.G.·.V.·. Luis Plà, quien tuvo la amabilidad de contestar las preguntas y abrirnos una puerta hacia un universo, a menudo bastante desconocido en la GLSE, de los Grados de Sabiduría.
1. Todos los HH:. de la GLSE conocen, por lo menos por nombre y oficio, al Muy Sabio y Perfecto Gran Venerable (M.·.S.:.P.·.G.·.V.·.) del Gran Capítulo General de España del Rito Francés (GCGE-RF). Pero, me permito preguntar, detrás de este oficio, ¿quién es el Q:.H:. Luis?
Bueno… Ahora mismo estoy jubilado después de una larga trayectoria profesional y empresarial, aunque me gusta definirme como un activista social. En este sentido he realizado varios documentales con temas relacionados con el laicismo y la memoria democrática y actualmente estoy trabajando en otros dos documentales, uno sobre los guerrilleros españoles que lucharon en Francia contra los nazis (hace poco he estado en Burdeos haciendo unas entrevistas) y otro sobre la figura de un masón republicano valenciano. Hay que decir que estos documentales los hago junto con otro compañero en plan totalmente “no profesional” y sin ningún tipo de subvenciones.
Los documentales se han proyectado en diferentes ciudades y siempre que puedo estoy presente para participar en los posteriores coloquios.
Cuando se me llama también doy conferencias sobre Laicismo y sobre masonería centrada en el Rito Francés, tanto aquí en España como en Francia (París y Burdeos).
Este compromiso social junto con el trabajo masónico y mi afición a los deportes de montaña son lo que me mantiene activo.
2. ¿Qué es lo que lo ha llevado a tocar a la puerta del templo?
Va a hacer ahora 18 años que me inicié y llegué a la masonería a través de la figura del H.·. Francesc Ferrer i Guardia.
Para mi Ferrer i Guardia era un referente histórico sobre todo por su trabajo como fundador de la Escuela Moderna. Cuando descubrí que había sido masón empecé a buscar en una masonería que fuera adogmática hasta que la encontré, en aquel momento, en una Logia española del GODF donde se trabajaba en el Rito Francés. Después de una larga trayectoria en esta Logia me di cuenta que era muy importante potenciar la masonería Mixta, Liberal y Adogmática en España y vi que la Gran Logia Simbólica Española (GLSE) era el referente, por lo que junto con otras Hermanas y Hermanos nos afiliamos a una Logia del Rito Francés de la GLSE en Barcelona, en ese momento no habían Logias del Rito Francés de la GLSE en la Comunidad Valenciana.
Después de unos años asistiendo a Tenidas en Barcelona pudimos Encender Luces de una Logia del Rito Francés de la GLSE en Valencia. Ahora mismo hay dos Logias del Rito Francés de la GLSE en la Comunidad Valenciana.
Actualmente compatibilizo mi trabajo masónico como 2º Vigilante de R.·.L.·. Palmira Luz (GLSE al Oriente de Valencia), Orador en el Soberano Capítulo Luz Mediterránea (GCGE-RF al Oriente de Valencia/Alicante) y M.·.S.:.P.·.G.·.V.·. del GCGE-RF. Todos son oficios electos y temporales.
3. ¿Cómo ha influido la Masonería en su vida profana? Si tuvieras que elegir algo (puede ser un principio, un concepto, un estado de ánimo del universo masónico) que haya influido en su vida profesional, por ejemplo, ¿qué sería?
A estas alturas puedo decir que me ha influido totalmente tanto en mi vida familiar y social, como profesional. En lo familiar tengo la suerte de que mi pareja, con la que llevo 49 años, también es masona y además muy comprometida, ambos coincidimos en que la masonería nos va haciendo mejores personas. Hemos podido viajar mucho, masónicamente hablando, compartiendo trabajos con Hermanos y Hermanas de diferentes países, de diferentes Logias, de diferentes Ritos, lo que nos ha enriquecido enormemente.
Por otro lado una parte importante de mi vida la dediqué a la lucha sindical, un mundo donde cuando ibas a una asamblea ya sabías “a priori” quienes eran tus amigos y quienes tus enemigos, quienes te iban a aplaudir y quienes abuchear, mi actividad sindical aunque me enseñó muchas cosas positivas también me llevó a estar permanentemente atrincherado. Cuando entré en masonería valores como la Libertad, la Igualdad y la Solidaridad digamos que ya los tenía interiorizados pero otros como el respeto, la duda, la tolerancia… los he ido interiorizando con el trabajo masónico y en ello sigo.
4. ¿Cómo ha elegido el Rito Francés? ¿Cuál fue el elemento determinante en la elección?
Como he dicho anteriormente me inicié en una Logia del Rito Francés y esto no fue una casualidad. Desde el principio busqué una Logia que trabajara en un Rito que fuera humanista y laico, que se apoyara en valores republicanos, un Rito donde todos estuviéramos en plano de igualdad, en definitiva que trabajara al Progreso de la Humanidad. Todo ello sin perder la esencia de los rituales y simbología masónica.
Desde entonces no he dejado de trabajar tanto en Logias del Rito Francés como en los Órdenes de Sabiduría del Rito Francés y hasta el día de hoy no solo no he encontrado nada que me haga replantearme esta opción si no que cada vez me encuentro más a gusto con este Rito, sigo descubriendo cosas y siempre que salgo de una Tenida lo hago, como solemos decir, muy “contento y satisfecho”.
Debo decir que he ido de visita e incluso participado en trabajos de Logias de otros Ritos y en todos me he sentido fraternalmente vinculado con las Hermanas y Hermanos, de hecho no voy más porque me falta tiempo, pero mi lugar está en el Rito Francés.
5. En un artículo recién publicado Usted menciona: "Los Órdenes de Sabiduría del Rito Francés suponen una lucha real y permanente por la emancipación y la libertad mediante el trabajo constante sobre uno mismo para liberarse de toda alienación, para aprender a pensar libremente, para oponerse a todas las formas de condicionamiento y sometimiento, para comprometerse donde se quiera y como se quiera, para estar al servicio del ser humano". ¿Qué aportan los Órdenes de Sabiduría a la percepción sobre la libertad, similar a como la tenemos en los grados simbólicos?
Los Órdenes de Sabiduría son simplemente un paso más en el camino iniciático y progresivo en el que nos adentramos con la Iniciación. El trabajo dentro de los Órdenes de Sabiduría no es más que la profundización permanente y constante del trabajo que se hace en los grados simbólicos.
Mi experiencia personal cuando salí de la Ceremonia de recepción al IV Orden de Sabiduría era que todo lo que allí había visto y entendido estaba ya contenido en la ceremonia de Iniciación, lo que nos ofrece los Órdenes de Sabiduría del Rito Francés es la profundización de lo que en definitiva son los valores de la masonería y que están contenidos en nuestra divisa de Libertad, Igualdad y Fraternidad.
La Libertad de Conciencia, por la educación y los condicionamientos sociales, no es algo que llevemos dentro, requiere de un trabajo personal constante y la masonería nos da las herramientas para llegar a ella, lo mismo que no puede haber Libertad de Conciencia sin acción, es decir, sin compromiso social.
6. Cada Rito tiene su especificidad y creo que la belleza de la Masonería es que podemos elegir trabajar en el que más se corresponde con nuestras inquietudes, nuestras búsquedas, etc. Yo hablo mucho de búsqueda porque para mí es un concepto esencial en la masonería. Así que mi pregunta es, ¿a qué búsqueda responde el rito francés? ¿Qué es lo que busca aquel que elige trabajar en el rito francés?
Cada Hermana y Hermano llega al Rito Francés a través de una búsqueda personal, por un camino diferente, por mi parte ya he comentado como llegué. En las Logias simbólicas del Rito Francés hay Hermanos y Hermanas de diferentes procedencias, de diferentes creencias o no creencias, de diferentes espiritualidades…
No voy a ocultar que bastantes Hermanas y Hermanos llegan al Rito Francés por convicciones contrarias al hecho de que en otros Ritos se abran trabajos a la gloria de un ser supremo y se tenga la biblia como Libro de la Ley. En el Rito Francés se aplica la consideración de que las concepciones metafísicas son del dominio exclusivo de la apreciación individual de sus miembros, se trabaja al progreso de la Humanidad y como Libro de la Ley se suele tener la Declaración Universal de los Derechos Humanos, por lo que no supone ningún problema para creyentes de diferentes religiones, ateos o agnósticos. El Rito Francés busca unir lo disperso en base a los valores comunes de la masonería.
Pero creo que lo importante no es como se ha llegado si no, si una vez se trabaja en el Rito Francés uno se siente identificado y a gusto.
En lo que respecta a las Maestras y Maestros que llaman a las puertas de los Órdenes de Sabiduría decir igualmente que la procedencia es muy variada, en el caso del GCGE-RF somos inter obedenciales y hay Hermanos y Hermanas de la GLSE, del GODF, del GOC, del GOLA, algunos de ellos trabajan en Logias Simbólicas de otros Ritos diferentes al Francés, esto no es un problema.
7. Hablamos un poco de otro concepto clave en el rito francés. Por razones personales, conozco un poco Francia y la masonería francesa. He estudiado allí, tengo muchos amigos en las obediencias francesas, etc. Y tuve la oportunidad de observar lo que es para los franceses el concepto de "laicidad". Hace un año leí un libro publicado en 2021 por Patrick Weil, "De la laicité en France", que presenta una perspectiva muy clara y equilibrada sobre el tema. Pero aún así, mi opinión personal es que la laicidad no es un concepto 100% trasladable a la cultura de otros países, como por ejemplo España, porque tiene sus sutilezas conceptuales muy "franco-francesas". Así que, por un lado, ¿cómo ve este concepto aplicable no solo en la masonería española, sino en la filosofía de vida de la sociedad española de hoy? Y por otro lado, ¿son la laicidad y la libertad absoluta de conciencia formas diferentes del mismo concepto o son conceptos diferentes en sí mismos?
Por supuesto que la laicidad es 100% trasladable a España, de hecho nuestra Constitución declara al Estado aconfesional. Hace poco descubrí que la Constitución de Uruguay es de las más avanzadas junto con la de Francia en la defensa de la laicidad y que diferentes son ambos países.
En España es cuestión por un lado de voluntad política y por otro lado de concienciación ciudadana, pero es posible.
En el tema de la defensa de la laicidad es donde, a mi entender, la masonería española tiene una asignatura pendiente. El 9 de diciembre se celebra el día Internacional del Laicismo y la Libertad de Conciencia y en España pocas Logias y mucho menos Obediencias celebran este día.
Precisamente el día 7 de diciembre voy a estar en París como representante del GCGE-RF invitado al “12ème Prix National de la Laïcité” organizado por el GCG-GODF Rito Francés con la presencia de su MSPGV Philippe Guglielmi y del Gran Maestro del GODF Guillaume Trichard.
La Laicidad y la Libertad Absoluta de Conciencia va intrínsecamente ligadas la una a la otra y por tanto a la masonería. En este sentido la defensa de la Laicidad va en el ADN del Rito Francés.
Me gustaría poder extenderme mucho más sobre este tema, recientemente he dado una conferencia con el título “El Laicismo como eje de convivencia y justicia social” pero creo que excedería a lo que es el sentido de la entrevista.
8. En el mismo artículo que cité antes Usted apunta: "Los valores de los Órdenes de Sabiduría del Rito Francés no son ni superiores ni diferentes de los de la Orden Masónica, sino que son su continuidad y profundización". ¿Se puede decir que hay una relación de interdependencia entre la continuidad y la profundización? Y si tuvieras que añadir un tercer elemento necesario para el paso de los grados simbólicos a los órdenes de sabiduría, ¿cuál sería?
Por supuesto que hay una relación de interdependencia, ya he comentado que la masonería supone un camino iniciático y progresivo.
Cuando se llega a la Maestría se presenta la opción de poder continuar ese camino a través de los Órdenes de Sabiduría u otros Altos Grados.
¿Quiere decir esto que una Maestra o Maestro deben continuar obligatoriamente su trabajo masónico a través de los Altos Grados? En absoluto, al llegar a la Maestría se obtiene la plenitud masónica, cada Tenida con su ritual, lectura de planchas, ágapes e interrelación entre las Hermanas y Hermanos supone una continuidad y profundización en los valores masónicos. Trabajar en los Órdenes de Sabiduría u otros Altos Grados es una opción para aquella o aquel que tiene tiempo y ganas pero no es imprescindible, lo imprescindible es trabajar a fondo en la Logias Simbólicas, hay que huir de aquellos que acumulan grados descuidando lo más elemental como es el Trabajo en su Logia.
9. Si tuviera que dar un consejo a un hermano o una hermana que están subiendo ahora el primer peldaño del camino masónico, ¿cuál sería?
Paciencia, mucha paciencia, tolerancia y humildad. En el mundo actual donde la inmediatez marca nuestros tiempos y todo se valora desde un prisma neoliberal, la paciencia, la tolerancia y la humildad es lo que nos hará progresar a través de nuestro camino masónico.
Por supuesto el trabajo, no dejar de asistir y de participar activamente en las Tenidas, la interactividad con las Hermanas y Hermanos es lo que fortalece la Fraternidad.
Y si es posible, visitar asiduamente otras Logias de otros Ritos, de otras Obediencias… Esto fortalecerá nuestro espíritu crítico al mismo tiempo que la tolerancia, nos hará entender la Universalidad de la masonería.
Finalmente darte las gracias por esta tribuna que me ofreces para poder dar a conocer algunos aspectos del Rito Francés y los Órdenes de Sabiduría.
¡Gracias por su tiempo!
Hoy tengo el honor y el placer de presentarles la entrevista con el Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo Masónico de España, el M:.I..M:.P:. H:. Octavio Carrera González, quien amablemente accedió a responder algunas preguntas sobre su recorrido masónico, su experiencia, su perspectiva sobre la masonería y los altos grados, todo de manera muy abierta y sincera.
1. ¿Qué ha llevado a un filósofo a tocar a la puerta del templo? ¿Cuál fue tu sueño cuando ingresaste a la masonería?
Primero quiero agradecerte esta oportunidad que me das de compartir mis ideas con otros Hermanos y Hermanas.
Mi interés por la masonería comenzó cuando aún estaba en Cuba. En ese momento yo era profesor de Filosofía en la Universidad de La Habana y en un congreso conocí a un masón puertorriqueño. Él me ofreció una visión sobre la masonería que superaba la comprensión basada en las referencias de la Orden que tenía de familiares vinculados a ella.
Las emociones y nociones que habían producido las anécdotas y experiencias que me contaban mi tío y mi padre, uno masón y el otro Caballero de la Luz (una Orden cubana, iniciática y fraternal fundada por masones cubanos), no habían sido suficientes para hacerme reflexionar sobre la masonería.
Este hermano que conocí en el congreso me habló de la relación de la masonería con las ideas de libertad y la formación de hombres y mujeres comprometidos con el progreso social, de personas ilustradas, de ciudadanas y ciudadanos activos.
Mi vocación de educador vio en la masonería una oportunidad de hacer que mis inquietudes como formador y mis necesidades como intelectual de investigar y formarme se desarrollaran en un nuevo espacio de trabajo, distinto al mundo de la universidad.
La masonería no es filosofía, pero, como he dicho en otras oportunidades, la filosofía reposa en el fundamento mismo del pensamiento masónico. La masonería como escuela de pensamiento ofrece un espacio complementario al académico que me ha ayudado a entender mejor al hombre, a la sociedad y a mí mismo.
2. ¿Con qué corriente filosófica te identificas más? ¿Cuáles son los filósofos y pensadores que te han impactado de manera profunda?
Recuerdo que cuando era estudiante me impresionó profundamente la filosofía clásica alemana: Kant, Fichte Shelling y Hegel. En ello influyó definitivamente mi profesor de Historia de la Filosofía.
En términos de lo que llaman corrientes filosóficas, me identifico con el racionalismo, el materialismo, la teoría crítica, pero esta clasificación en corrientes filosóficas no satisface a un estudiante de Filosofía. Estas corrientes son algo que solo sirven de referencia por las diferencias que significan. Ten en cuenta que hay muchas formas de racionalismo, de materialismo o de teoría crítica.
Por ejemplo, lo común en la filosofía clásica alemana es el racionalismo idealista, pero no es lo mismo el criticismo kantiano que el idealismo absoluto de Hegel.
La respuesta a la segunda parte de la pregunta tiene que ver mucho con la primera. Todo filósofo es en gran medida ecléctico, es decir, que toma mucho de otros pensadores.
Voy a referirme a un número muy reducido de filósofos a los que suelo hacer referencia constantemente y que de alguna manera me han influido. Es importante tener en cuenta que las ideas filosóficas que solemos asumir no son dogmas y, por ello, cambian de lugar e importancia en tu propia forma de pensar.
En mi pensamiento han influido muchos filósofos, unos más clásicos y otros menos. Entre ellos están Platón, Aristóteles, Descartes, Spinoza, Hobbes, Locke, Leibnitz, Rousseau, Kant, Hegel, Feuerbach, Marx, Habermas. De la escuela de ética de las universidades de Valencia y Castellón, Adela Cortina y Vicente Domingo García Marzá.
3. Personificas el punto de encuentro de dos culturas que parecen muy similares, pero cada una con sus particularidades, la cubana y la española. ¿Podrías identificar una especificidad de la cultura cubana que te ha influenciado en tu vida masónica y profana y que continúa inspirándote?
Creo que un rasgo distintivo de la cultura cubana es lo que Fernando Ortiz definió como transculturación. Este concepto ayuda a entender no solo la cultura cubana, sino también la española. Ten en cuenta que España en sí misma es un crisol de culturas que habría que tomar como ejemplo de convivencia a nivel mundial.
La transculturación es la explicación de la cultura nacional como resultado de la integración de varias culturas. Es la afirmación del mestizaje cultural, no hay una cultura pura.
En lo particular, la Cuba en que viví y la inmediata anterior, que conocí por referencias, por lo que me enseñaban mis padres, tenían una cosa en común: el respeto a sus mayores, sus ideas y sus tradiciones; ideas como respeto hacia los otros, fraternidad y solidaridad, respeto a las tradiciones. Las enseñanzas que recibí en ese contexto me marcaron como individuo. Los cubanos pueden parecer irreverentes, pero yo creo que en el fondo son bastante tradicionalistas.
Tendría que hacer referencia también a una parte de mi vida influida por una cultura ajena a la cubana y a la española. Yo estudié 5 años en Alma-Ata (hoy Almaty), en la entonces República Soviética de Kazajstán, hoy un país independiente.
Esa república en general y esa ciudad en particular estaban muy marcadas por la multinacionalidad y la multiculturalidad, a un nivel casi imposible de imaginar para nosotros. En Kazajstán conviven 131 nacionalidades diferentes, entre ellas kazajos, rusos, ucranianos, chechenos, griegos, coreanos, alemanes, georgianos, uzbecos, uigures, etc.
Hasta 1986, que fue la época que conocí, los kazajos, la nacionalidad dominante, eran en su mayoría musulmanes laicos. No solo convivían nacionalidades, también religiones y lenguas, de una manera que yo llamaría natural.
Hago referencia a todo esto porque creo que no ha sido determinante solo la influencia de mi cultura de origen. Yo salí de Cuba con 18 años. Cuando hablo con los amigos insisto en que soy una mezcla y hago referencia a unas estrofas de los "Versos Sencillos" de José Martí, el VII:
Para Aragón, en España
Tengo yo en mi corazón
Un lugar todo Aragón,
Franco, fiero, fiel, sin saña.
Si quiere un tonto saber
Por qué lo tengo, le digo
Que allí tuve un buen amigo,
Que allí quise a una mujer.
….
Estimo a quien de un revés
Echa por tierra a un tirano:
Lo estimo, si es un cubano;
Lo estimo, si aragonés.
…
Amo la tierra florida,
Musulmana o española,
Donde rompió su corola
La poca flor de mi vida.
Esto vale para mis dos tierras de adopción, España y Kazajstán. Al final, es como en los versos de Serrat, "no me siento extranjero en ningún lugar", y sí poseedor de los valores de amor a la humanidad y profundo respeto por la historia cultural de estos pueblos.
4. Se dice que la filosofía es hija del asombro. ¿Qué es lo que más sorprendió al Aprendiz Octavio y qué es lo que le sorprende hoy en día a S:.G:.C:. Octavio?
Cuando yo me inicié venía del mundo académico, era un racionalista radical que dejaba poco espacio a otras interpretaciones del hombre y de la sociedad. Mi comprensión de la espiritualidad y del lugar de los valores era, por decirlo de alguna manera, "excesivamente académica".
La vivencia que significa la iniciación masónica me permitió mirar desde otra perspectiva estos fenómenos. Yo diría que la masonería me ayudó a asentar mi concepción del mundo, a entender mejor por qué pensaba de una determinada manera y por qué me movían ciertos sentimientos y valores.
La responsabilidad que tengo hoy no me cambia como masón, pero me obliga a enfrentar nuevas preguntas o, más bien, a enfrentar las preguntas de siempre de forma diferente. Está claro que el progreso del masón que transita por los grados del Rito Escoces Antiguo y Aceptado, que es el que practico, tiene una incidencia en la evolución personal del iniciado, aun cuando no es decisiva.
La práctica del rito, sin duda, ayuda a despertar tu interés por el estudio y a aprender a abordar los temas desde otra perspectiva, pero el verdadero desarrollo como persona y como ciudadano activo es resultado del estudio y la implicación en proyectos, sean estos masónicos o no. Lo que sigue asombrando hoy al Soberano Gran Comendador Octavio es que el proyecto masónico de hombre ilustrado y ciudadano activo, de sociedad orientada a la justicia y al progreso, sigue vigente. Esto, por supuesto, depende de manera definitiva del nivel de compromiso que está dispuesto a asumir cada masón individualmente con lo que el Hermano Enrique Tierno solía llamar las "ideas fuerza" de la masonería como institución social.
Me asombra, en mi madurez masónica, que la masonería siga apostando hoy por los valores frente al utilitarismo inmediato; que siga defendiendo la más absoluta libertad de conciencia frente a las corrientes de pensamiento único; que utilice el pensamiento crítico como herramienta frente al conformismo y el fatalismo que paralizan al hombre como sujeto de la Historia. Me asombra que proponga el reconocimiento del diferente como igual, algo que supera la tolerancia hipócrita y que se enfrenta a cualquier idea de transversalismo chato que difumina las diferencias. Pero, sobre todo, me asombra que la masonería siga defendiendo como suyas las ideas justicia como bien supremo y de progreso como proyecto humano irrenunciable.
5. Recientemente, has dado una clase en el curso sobre "Sociedades de libre pensamiento" organizado por la Universidad Nacional a Distancia, titulada "Introducción a la Teoría de las formas universales de conciencia". Me ha llamado la atención este tema y quería preguntarte ¿cómo y por qué lo has elegido y, por supuesto, cómo ves el paradigma conciencia-masonería?
Para mí la Filosofía tiene como fundamento la teoría del pensamiento. Si hay un objeto del que se ocupa la Filosofía de manera esencial, por encima de cualquier otra forma de conocimiento, es la naturaleza del pensamiento como fenómeno específico, y su relación con las formas socialmente determinadas de la actividad material de los hombres.
Esto parece complejo, y lo es, pero se puede decir de una manera más sencilla si decimos que la Filosofía lo que busca es explicar cuál es el origen los modelos ideales de la actividad que usamos cada día.
En este sentido, la teoría de las formas universales de conciencia es la respuesta a esta pregunta desde el punto de vista del historicismo materialista.
En el fundamento de todo esto reposa una cuestión esencial: ¿cuál es la naturaleza de lo ideal?, ¿qué es lo ideal? Cómo se resuelva esta pregunta determina la forma en que se resuelven el resto de cuestiones. Para hablar de pensamiento, de conciencia, primero hay que entender qué es lo ideal. De explicar esto se ocupa la Filosofía, no la Psicología ni la Neurociencia.
Una vez hecha esta declaración filosófica, puedo explicar que la masonería, como ya he dicho en varios foros, es un fenómeno de la vida espiritual. Mi experiencia como masón, ahora que tengo una responsabilidad como Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo Masónico de España, me sirve para llamar la atención sobre lo que considero relevante. En mis intervenciones suelo hacer referencia a cosas muy precisas, sin pretensiones exageradas:
Esta masonería opera con conceptos, con valores, con ideales que son su material de trabajo, las "piedras" con que construye ese gran edificio que es la humanidad. Este trabajo de los masones detrás de cada Logia, de cada Gran Logia, de cada Jurisdicción masónica, es esencialmente intelectual, porque la intelectualidad no es patrimonio de los intelectuales de profesión.
La segunda es que solo asumiendo la masonería como una escuela de pensamiento, que usa la Filosofía, la Historia, y el resto de ramas del saber positivo como fundamento para el entendimiento de las tradiciones iniciáticas que reposan en su seno y que le dan forma, se puede llevar a término el proyecto liberador que propone. Liberador a nivel individual y a nivel de humanidad.
Al hacer estas afirmaciones, mi intención es llamar la atención sobre lo que a mi juicio es eso que tú llamas "el paradigma conciencia-masonería", y que yo denominaría el ideal masónico o la masonería como modelo de pensamiento.
6. En una entrevista para otra publicación, dices: "Somos una asociación que cree que los valores deben ser el resultado del diálogo, no valores impuestos, creemos en una ética filosófica". ¿Crees en una axiología del diálogo, si me permites llamarla así? ¿Cómo ves la evolución de la ética filosófica y del diálogo que sostiene la Orden frente a los retos contemporáneos?
Quiero hacer una precisión: Lo que quería decir es que creemos en una ética dialógica (es decir, resultado del diálogo). La ética siempre es filosófica, aun cuando hagamos referencia a una ética religiosa o profesional.
Dicho esto, para contestar a tu pregunta comenzaría por una reflexión: Nos expresamos por medio de juicios, y los juicios que emite la masonería siempre deben ser axiológicos, es decir, referidos a los valores.
Se repite sin cesar, y muchas veces sin sentido, que la masonería evita los debates políticos, y esto es solo así en parte. La masonería evita los debates partidistas y esto vale para los temas de cualquier tipo, políticos, religiosos, etc.
Por otra parte, la masonería no deja de emitir juicios de valor señalando lo que considera justo e injusto, y estos juicios axiológicos difícilmente se pueden calificar de no políticos.
Si tenemos en cuenta que lo político es lo público, y que el origen de la masonería moderna está vinculado a la modificación del espacio público a finales del siglo XVII y principios del XVIII, es difícil aceptar que la masonería no tiene relación con lo político, aunque sí evite el maniqueísmo de la política con minúscula, la de los partidos.
El diálogo de la Orden con la sociedad, que creo es a lo que te refieres en la tercera parte de la pregunta, es en realidad el discurso de la Orden con referencia a los acontecimientos contemporáneos. Si nos fijamos, la Orden se expresa fundamentalmente a través de declaraciones y comunicados, pero no solo así.
Cuando desde la Orden se promueven temas de estudio a sus miembros, cuando se publican, artículos y revistas, cuando se promueven temas de reflexión, se está promoviendo el diálogo con la sociedad y sus problemas contemporáneos.
Por ejemplo, en el marco de las Grandes Tenidas de Otoño de Barcelona, que se celebraron este noviembre, se organizó una mesa redonda, con participación internacional, sobre el tema "Desigualdad y pobreza" y se publicó el cuarto número de nuestra revista "Suum Quique Ius", dedicado al mismo.
La forma en que se abordó el tema en la mesa redonda y la revista es un ejemplo de diálogo social, y digo "diálogo social" y no "con la sociedad" porque nosotros somos parte de la sociedad y no tenemos sentido de existencia fuera o al margen de ella.
7. Tanto como S:.G:.C:., pero también como hermano masón que ha recorrido los grados filosóficos hacia el más alto, ¿cómo ves la relación entre los grados simbólicos y los grados filosóficos?
Cuando intervengo en función de mi cargo ante hermanos de la orden suelo llamar la atención sobre un hecho que para mí es trascendental como masón: En el Rito Escoces Antiguo y Aceptado se transita por 33 grados, el primero el de Aprendiz y el trigésimo tercero el de Gran Inspector General de la Orden. Durante este tránsito se pueden ostentar hasta 32 mandiles o collares diferentes (en primero y en segundo se viste el mismo mandil), pero al final tú, como masón, eres uno, solo que en posesión de muchas herramientas simbólicas para llevar a cabo tu cometido como masón. Porque la masonería es una y diversa al mismo tiempo.
Los tres primeros grados, llamados simbólicos (todos los grados son simbólicos) o azules, prestan especial atención a la introspección, al trabajo sobre uno mismo; pero cuando llegas al grado de Maestro Masón y crees que has alcanzado la maestría, te das cuenta de que solo estás ante un nuevo umbral, y que ante ti se abre el reto de traspasar ese umbral o dedicarte únicamente a trabajar en tu logia azul.
Los altos grados o grados filosófico son un taller para el trabajo de profundización en la historia y el significado de los diferentes grados, entendiendo cada uno de ellos como una guía formalmente simbólica para el estudio de la naturaleza humana y de la sociedad, con el objetivo de convertir al masón en un agente comprometido del cambio que propone la masonería.
Los altos grados son un espacio de trabajo intelectual. Es por esto por lo que la masonería, fundamentalmente la de los altos grados, es una escuela de pensamiento.
8. Si tuvieras que dar un consejo a un hermano o una hermana que están ahora subiendo el primer peldaño del camino masónico, ¿cuál sería?
Lo primero es cuestionarse todo, no dar nada por sentado. No hay buenos consejos generales. La masonería es, sobre todo al inicio, vivencial.
Lo segundo, después de decirte esto y aconsejarte que no hagas caso a lo que te digo si no te parece bien, es que practiques la sinceridad con la Orden y contigo; sin esto, la entrega que exige la iniciación se pervierte.
Lo tercero, y no por ello menos importante, es la disposición a aprender; sin esta disposición, todo no es más que un relato vacío, una historia formalmente coherente, pero sin ningún sentido.
Como resumen, le recomiendo no quedarse con la apariencia; esta es la forma en que se presenta lo esencial y por eso es importante, pero no agota la esencia. Hacia ella, la esencia, hay que abrirse paso estudiando, indagando, haciendo preguntas intencionadas y trabajando.
9. Ordo ab Chao. Aparentemente simple, pero profundamente complicado. ¿Qué significa para el S:.G:.C:. Octavio Carrera, después de años de experiencia masónica en los altos grados y mirando hacia el futuro, "ordo ab chao"?
Alguna vez oirás que se interpreta orden en el caos, pero lo más preciso es el orden que nace del caos.
Para mí, el Hermano Octavio, el sentido de la frase es lo que me hizo estudiar filosofía, escoger la profesión de maestro e iniciarme en masonería. De lo que se trata es de buscar el sentido de las cosas y no sentirme nunca satisfecho con ninguna explicación, creer que siempre hay algo por descubrir, algo por entender y algo que cambiar
¡Gracias por tu tiempo!
Gracias a ti por interesarte en mi forma de pensar y de entender la masonería. Creo que tus preguntas han sido muy precisas, al punto que me han ayudado a esclarecerme en muchas cosas.
Un abrazo fraternal a ti y a todos los Hermanos y Hermanas.
Hoy tengo el honor y el placer de presentarles la entrevista con el S:.G:.M:. de la Gran Logia Simbólica Española. No solo es un Gran Maestro, sino ante todo un Hermano, una persona reconocida por su afabilidad y disposición hacia todos los Hermanos y Hermanas.
Serenissimo Gran Maestro, gracias por la generosidad al aceptar esta entrevista.
1. ¿Quién es el Serenísimo Gran Maestro Xavier Molina? ¿Cuál fue el camino del profano Xavier hacia la Maestría y luego al liderazgo de la obediencia? ¿Cuáles fueron tus ideales, sueños y proyectos cuando te postulaste para Gran Maestro y qué piensas ahora al final de tu mandato? ¿Has pensado que tal vez fuiste demasiado idealista?
Querida hermana, cuántas preguntas… necesitaría mi otra media vida para reflexionar sobre ellas y otra más para escribirlo. Vi la luz en una logia de rito francés y tradición humanista. Aunque puede parecer una contradicción dada mi posición actual, te puedo asegurar que solo buscaba el trabajo anónimo, ser uno más entre columnas para poder realizar un trabajo interior en la penumbra de la columna del norte. Buscaba un espacio de reflexión y trabajo simbólico agnóstico, la ayuda de personas que buscarán lo mismo para seguir el largo camino de la vida.
Me presenté a SGM por un sueño. Ver a nuestra Gran Logia unida y como referente de la masonería liberal de España. Los hermanos y hermanas que me habían precedido hicieron un trabajo imprescindible, las bases estaban firmemente asentadas. Faltaba cohesionarse y crecer. Tener ambición, como tuvimos con la sede de la GLSE en Madrid. Crear un gran equipo de trabajo, como el que he tenido la suerte de tener en mis dos mandatos. Proyectar al exterior la fraternidad entre los hermanos, la capacidad de trabajo de las logias, el ideal del trabajo simbólico en una gran logia mixta y adogmática. De lo que estoy más orgulloso es de haber creado una sensación de que la GLSE es algo más grande que hace unos años, de estar orgulloso de forma parte de un proyecto que nos sobrepasa como individuos. Nos queda muchísimo por hacer. La unidad de la masonería liberal española es un viaje a Ítaca que justo hemos empezado, pero del que no debemos nunca desistir. Explicar nuestro trabajo simbólico y hacer valer nuestra propia identidad quedará como una asignatura pendiente de mis dos mandatos.
2. Una pregunta "políticamente incorrecta" 😊: Ritualmente, hay muchas obediencias que han renunciado a llamar al G∴M∴ con el apelativo "Serenísimo". ¿Cómo se reconcilia una obediencia liberal y adogmática con visiones bastante "republicanas" al tener un Gran Maestro que es "Serenísimo"?
Buena pregunta. Cuando empecé el primer mandato no había reflexionado mucho sobre ello, aunque con el tiempo te das cuenta de su significado simbólico. La masonería se basa en sus tradiciones, y la GLSE no es ninguna excepción. Cierto que serenísimo era un título tradicional a los hijos de los reyes, pero también se emplea con frecuencia en el ámbito republicano, por ejemplo, la Serenísima República de San Marino, o la de Venecia en su momento, entre otras. Pero a mi me interesa más la derivación de serenar. Para dirigir una Gran Logia hace falta equilibrio y templanza. Mostrarse sosegado en momentos complejos es un reto que por más collares y apelativos de tu título te acerca como nunca a la condición más humana posible. No debemos olvidar nunca que todos somos eternos aprendices, independiente del cargo que ocupemos.
3. El Gran Maestro es siempre una figura muy prominente en una obediencia. Pero, aunque parezca "el star", a veces puede sentirse solo. ¿Te has sentido solo en algún momento de tu mandato?
Afortunadamente he tenido un gran equipo durante todo esto tiempo. Siempre he contado con apoyo de hermanos y hermanas que aprecio y quiero. A nivel personal es lo mejor que me llevo de esta etapa. Cierto que algunos momentos fueron muy duros, imposible olvidarlo. Si nunca sentí la tentación de tirar la toalla fue por todo ese apoyo que tenía alrededor. Sin un equipo no hay serenatura que valga. También es igual de cierto que en esos momentos es cuando se descubre a las personas que creen en la fraternidad y la amistad. Eso no quiere decir que estés de acuerdo en todo, ni mucho menos. Cualquiera que haya trabajado con nuestro equipo sabe que he escuchado muchas veces no, por aquí no SGM. Cuando una persona sabe lo significan las siglas de la GLSE y aprecia el esfuerzo que todos hacemos sabe abrirse y decirte lo que piensa con honestidad y respeto. Y de eso va la masonería, no? De unir lo disperso.
4. ¿Quién ha sido el compañero en tu camino de Gran Maestro? Tanto en lo profano como en lo masónico. ¿Con quién has podido confiar y ser tú mismo, sin temores?
Hay una larga lista de nombres que me han acompañado en el Gran Consejo. De la gran mayoría no sabía más que de sus nombres cuando fui escogido para el primer mandato. Para mi esta es una de las grandes virtudes de trabajar para una Gran Logia. Todos sabíamos a lo que íbamos, y por lo tanto nos pusimos a ello. También hubo quien a pesar de tener la confianza de sus Hermanos para el cargo en el Gran Consejo dejaron su mandato en pocos meses. Pero es verdad, hay que dar nombres para rendir homenaje a un trabajo muchas veces anónimo. Todo parece ser virtud y gracia del Serenísimo, pero como he dicho previamente no se puede hacer nada sin un equipo comprometido.
Hay que citar en primer lugar el trabajo más anónimo y a veces ingrato. La Gran Secretaría. Imprescindible para el correcto funcionamiento de la obediencia. He tenido la suerte de contar con dos personas magníficas y eficientes, Carme Mata y Bibiana Casado. Otra persona destacada en el trabajo de estos años es el de Borja Celarain, donostiarra de vocación, apasionado del rito, trabajador incansable. Finalmente, Brenno Ambrosini. Como Gran Orador se enfrentó a retos imposibles, y en exteriores ha realizado un trabajo increíble que ha mejorado de forma notable la imagen de la GLSE a nivel internacional. Las listas siempre son injustas, pues esto no es cosa de 4 ó 5, afortunadamente es de mucho más, especialmente de todos aquellos que de forma anónima trabajan en logias en la formación y en el sostenimiento de las columnas. Mi más sincero agradecimiento es para todos ellos, pues para ese conjunto de casi 1.000 hermanos y hermanas es para lo que estamos trabajando día a día.
5. Eres reconocido por tu afabilidad y por estar siempre disponible hasta el último aprendiz. ¿Qué tiene de bueno y de malo eso?
Si lo dices... No creas que siempre piense lo mismo cuando cuelgo el teléfono. Pues es cansado, decir lo contrario sería mentir. A su vez es tu gran recompensa. Recuerdo perfectamente como al iniciar el mandato atendimos a unos aprendices que venían de Murcia algo desesperados. Sin logia, casi sin maestro. Hoy tenemos una logia en dicho oriente, y a nivel personal un gran amigo. De las cosas que te llevas cuando “cuelgas” el collar. La paciencia es la virtud que cultivar en masonería. Como me dijo un hermano que me precedió en el cargo, en masonería no hay urgencias. Para mi sin duda hay que escuchar a todo el mundo, es imprescindible, pues de todos aprendemos.
6. ¿Cambia algo en la vida de un Gran Maestro? En tu relación con la masonería y en las relaciones con amigos y el entorno laboral. ¿Qué has aprendido masónica y humanamente?
La masonería te cambia porque cambias tu. Cada oficio que ejerces en masonería te cambia un poco, ya seas experto o guarda templo. También el de Gran Maestro. Siempre he pensado que todos debemos ser en algún momento de nuestra vida masónica Venerables Maestros de nuestras logias, como parte de nuestra formación. En el caso del cargo de Gran Maestre, a mi entender, es un aprendizaje de la diversidad y una formación de la fraternidad. Lo que aprendes en masonería lo debes lleva a tu vida profana, de otra forma esto no sirve absolutamente de nada. Por lo tanto sí, cambia tus relaciones con las amistades, familia o entorno laboral. No te puedo decir qué cosas cambias por la edad y el recorrido de la vida, cuáles por tu trabajo en logia o por tus oficios en la misma. Se muy bien quien era cuando me inicié y dónde he llegado hoy. Ha cambiado mi entorno laboral, personal y me pensamiento más profundo. La masonería te enseña a pensar por tu mismo, pero también a luchar por lo que quieres, o a simplemente encontrar un equilibrio en tu vida.
7. ¿Has encontrado también amigos en la masonería o solo hermanos? ¿Cómo ves la relación entre amistad y fraternidad?
Uno no entra en masonería para encontrar amigos, pero sin duda, hoy tengo amigos y hermanos. Ni lo dudo.
8. ¿Qué harás después de dejar el primer mallete de la obediencia? ¿Tanto en tu vida profana como masónica?
Entre el sueño y mi realidad. El sueño, dedicarme a pasear por el increíble bosque de Tenerife o por el centro de Barcelona; nadar en la playa de las Teresitas; comer con los amigos (muchos de ellos de la masonería); cuidar de mi jardín; pulir las barandillas de madera de mi casa; viajar con mi mujer por placer, sin obligaciones masónicas de por medio; tener oficio en logia. La realidad, uno debe asumir que le gustan los retos, pero ya veremos, prisa ninguna. Esto ha sido muy intenso.
9. ¿Cómo ves el camino de la GLSE después de tu mandato? ¿Qué deseas para la obediencia y qué esperas del próximo Gran Maestro? ¿Cuál sería el consejo que darías a tu sucesor?
Siempre habrá retos, y desde luego debe ser el nuevo Gran Maestro el que se los ponga. Los que hemos ejercido el cargo anteriormente estamos para dar apoyo, nada más. Mi primer consejo a cualquiera que quiera ejercer de Gran Maestre es que cuente con un equipo y que cree equipo. Una cosa es tener hermanos a tu alrededor y otra crear equipo. Li aconsejo sinceramente que reflexione acerca de ello.
A mi entender la GLSE ha iniciado un camino hacia la unión de la masonería liberal española que no debe parar. Debe seguir siendo ambiciosa, basando en el respeto y con los pies en el suelo pero sin límites en la imaginación ni en los sueños.
¡Gracias por tu tiempo!
Hoy os presento una entrevista con una Hermana que todos conocéis, la Gran Hospitalaria de la Gran Logia Simbólica Española. Pero, más que eso, una Hermana que lleva la luz en su interior y siempre la refleja con una sonrisa: la Querida Hermana Carmen Lucas.
Querida Carmen, Muy Respetable H∴ Gran Hospitalaria, gracias por la generosidad de haber aceptado dar esta entrevista.
1. Q∴ H∴ Carmen, eres Maestra Masón en la Logia Obreros de Hiram, Oriente de Sevilla y, al mismo tiempo, ocupas el cargo de Gran Hospitalaria de la Gran Logia Simbólica Española. Pero ¿quién es la Hermana Carmen? ¿Cómo y cuándo Carmen decidió entrar en la Orden y ser la Q∴ H∴ Carmen?
Pues alguien muy raro, como la mayoría de quienes entramos en Masonería en el s. XXI. Desde pequeña, tuve interés por la historia, de ahí a los templarios, de los templarios a Indiana Jones, de Indiana Jones y Mariana de Pineda (no me preguntes por qué) y de Mariana de Pineda a la masonería. Se une además mi afición por los juegos de rol y mesa, en los que la Masonería, aunque no lo parezca, está muy presente, si bien bastante distorsionada (lo típico, que si somos una secta, que si dominamos el mundo… Será que yo no he llegado a esos grados -ni ganas, por otra parte, jeje-). Como lo que leía me llevaba siempre a la idea de que era una organización masculina (tenemos que hacer un enorme ejercicio de visibilización desde la masonería liberal mixta, a mi entender), la verdad es que había tirado la toalla; sin embargo, el GADU puso en mi camino laboral a mi padrino masónico, al cual adoro, y a través de él supe que sí que podía pertenecer a una orden donde el silencio, la reflexión, la unión de lo disperso, la fraternidad y solidaridad y la contribución como piedra útil a la sociedad tenían cabida. No me lo pensé y 8 años después, aquí me ves, metida hasta las cejas.
2. Se que tienes estudios de derecho. ¿Cómo se ve la Masonería a través de los ojos de una jurista? ¿Es la masonería justa?
Soy una jurista un tanto extraña, nuevamente, porque mi formación inicial es la de periodista; es por ello que no concibo la justicia sin la comunicación de la misma. Parece una tontería, pero creo que uno de los grandes problemas de los juristas es que no son capaces de hacer una labor didáctica y divulgativa de lo que se contiene en las leyes, usos y costumbres. En masonería, según mi humilde opinión, pasa un poco lo mismo. La masonería no es justa ni injusta; son las personas que la componen las que cometen actos justos o injustos. Sin embargo, se produce una asimilación de la parte por el todo por la cual, según el caso, la Masonería es muy justa o muy injusta según sus miembros sean justos o injustos. Al final, la Masonería es una herramienta y como tal, la mano que la sostiene es la responsable de su uso.
3. En la organización de una obediencia existen reglamentos y sanciones. ¿Cómo ves el "derecho masónico" en comparación con el derecho profano?
Pues no se concibe el derecho masónico sin el profano, pues uno de los primeros juramentos que realizamos es el de cumplir fielmente con las ordenamiento jurídico del país en el que residamos. Pero como masones y masonas que somos, debemos autoexigirnos un plus, el de la ejemplaridad. Por ello, conceptos como la moral y el respeto a la palabra dada, que en el ámbito profano son conceptos jurídicos indeterminados sin una protección previamente establecida, según mi punto de vista deben ser el ABC del derecho masónico. En la reciente reforma de los RRGG, creo que al final siempre nos perdemos en los tecnicismos (que son necesarios), pero no dedicamos suficiente espacio a estas cuestiones. Es lo más antijurídico que puede decir un jurista, pero así lo siento.
4. Me permito hacerte una confesión: yo veo el cargo de Hospitalario (desde la logia hasta el cargo dentro de la Gran Logia) como más que una función; lo veo como una vocación, una que llama "la inteligencia del corazón" en este asunto. ¿Qué representa para ti el Hospitalario?
Te voy a hacer una confesión. Cuando el actual SGM me ofreció formar parte de la Comisión Permanente como Gran Hospitalaria, le dije textualmente que si había algún oficio que había soñado ejercer (expresión muy peliculera, pero fiel reflejo de la realidad) era justo ese. En el mundo profano, realizo misiones de cooperación internacional y voluntariado, por lo que la solidaridad está en mi ADN. Para mí, la Fraternidad y la cadena de unión universal son los pilares de la masonería. La máxima de “no hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti” y “haz a los demás lo que quieras para ti” no es baladí. Es un principio humanista sublime, casi diría que perfecto si no fuera porque no creo que la perfección exista y si algún día ocurriera, sería muy aburrido. Es por eso que, a pesar de vivir momentos muy duros al conocer situaciones personales e incluso sociales (ejemplo: la guerra de ucrania y todo el horror que ha traído) trágicas, agradezco cada día el enorme privilegio de desarrollar este oficio. Y lo has dicho muy bien; no hay mayor inteligencia que la que nace del corazón, pues esta viene sin filtros ni prejuicios, sólo nace de la piel erizada por los sentimientos.
5. Porque he hablado de vocación, existe una definición de alguien que dijo que la vocación no es la llamada, sino la respuesta que uno da a la llamada. ¿Cómo llegaste a ser Gran Hospitalaria y qué sentiste cuando decidiste a responder a la llamada y asumir este cargo?
Uy! Creo que en la anterior pregunta ya he hecho spoiler, jejeje! Pero aprovecho esta pregunta para añadir la enorme responsabilidad que siento al ejercer como Gran Hospitalaria. Soy consciente de que es imposible llegar a todas las necesidades de los hermanos y hermanas de la GLSE, pero sí que espero hacerles sentir, al hablar con todas y todos, el profundo cariño y mimo que la Obediencia (en este caso, a través mía) les profesa, donde absolutamente todos y todas somos necesarios y valiosos.
6. Creo que el papel del Hospitalario no se limita a ser el responsable con las acciones de caridad, sino que encarna uno de los valores fundamentales de nuestra orden, permitiendo así de pasar de una fraternidad iniciática a una fraternidad del corazón. ¿Qué te ha enseñado no sólo el cargo de Gran Hospitalaria, sino también tu experiencia en la Orden y en el Gran Consejo de la Orden sobre la fraternidad?
Toda experiencia iniciática está íntimamente vinculada con el aspecto emocional y atávico del ser humano, y ahí la fraternidad es condición sine qua non. Es la diferencia entre leer sobre ritos de paso y vivirlos. Cuando decimos “como es arriba es abajo”, por mucho que existan tendencias profundamente racionalistas dentro de ella, a menudo subyace la necesidad de ser en el otro, como entes sociales que somos. Mi paso por el Gran Consejo y el oficio de Gran Hospitalaria está reforzando cada día más esta convicción, sin eludir el hecho de que observo muchas luces, pero también muchas sombras en la fraternidad masónica. Pese a todo, cuando un eslabón de la cadena requiere de un refuerzo para sostener su fortaleza, el resto redobla sus esfuerzos para ofrecer ese hálito que a veces nos falta.
7. ¿Es la solidaridad un sinónimo de la fraternidad? ¿Cómo lo ves?
Cromo friki del lenguaje que soy, siempre me gusta acudir a la etimología de las palabras, pues no vamos a inventar la rueda a estas alturas. Hay un aspecto definitorio que marca la diferencia entre la solidaridad y la fraternidad, y es que mientras la primera actúa sobre causas que sentimos como ajenas, en la fraternidad se produce un afecto entre hermanos o entre quienes se tratan como tales. Es por ello que, sin olvidar las acciones solidarias, personalmente intento siempre poner el acento en crear ese egrégor de fraternidad allá donde se reúnan dos masones. Porque decir que somos hermanos y hermanas y hacerlo de boquilla, es muy fácil, pero en las duras se ven los mimbres. Aquí soy crudamente sincera. Momentos como la asamblea de Tenerife donde había multitud de candidaturas a la Alta Cámara de Justicia, mientras que la Cámara de Solidaridad no se cubría y tan sólo tras hacer un alegato in voce, se completó creo que son indicativo de que hay que luchar más por lo que nos une y no lo que nos separa. La Alta Cámara de Justicia tendría mucho menos trabajo si de verdad abordáramos nuestras relaciones desde la generosa fraternidad.
8. Recientemente, hemos asistido a una tenida en la que un Hermano ha dicho algo que me impresionó: el Hospitalario nos cuida a todos, pero ¿quién cuida al Hospitalario? Es algo que me hizo reflexionar mucho, porque es muy cierto. Vemos al Hospitalario como un oasis, un Hermano o una Hermana que a veces parece “ejercer la fraternidad” en representación de todos los demás, quienes están demasiado ocupados con sus vidas para preocuparse por sus HH∴ y que tranquilizan sus conciencias diciendo que "para esto está el Hospitalario", aunque, por supuesto, esto no es un pensamiento masónico ni fraterno. Así que dime, por favor, ¿quién cuida al Hospitalario según tu experiencia?
Pues según mi experiencia, quienes han sido hospitalarios y sabe lo que se sufre, jejejeje. Esta “soledad” la he sentido como Gran Hospitalaria, pero también como Venerable Maestra, y eso que tengo una comisión de familia y una logia para la que sólo tengo palabras de admiración, pues con más de 50 miembros, uno sólo no puede llevar a buen puerto ningún barco. Sin embargo, es cierto que tanto al hospitalario como a quien ocupa la Veneratura le llegan sin cesar problemas y desafíos que, si bien, son constantes oportunidades de evolución y desgaste de aristas para alcanzar la piedra cúbica, también van pesando poquito a poco hasta que llega el momento en que uno se siente un poco vencido y sobrepasado. Por suerte, en mi caso, soy de natural optimista y le saco lo positivo a todo, lo que me permite quizá estar fuerte más tiempo que la media (no creo que sea mérito mío, conste en acta). Pero hago aquí un llamamiento y ruego público: por favor, dadle amorcito, calorcito y cariñito a los hospitalarios y hospitalarias. Nos viene de maravilla.
9. Te gusta decir que "cuando llevas el sol dentro, no importa si fuera llueve". ¿Cuál es tu secreto para llevar el sol dentro en un mundo que cada día es más duro y lleno de tormentas?
Pues cuando te han pasado muchas cosas muyyyyyyyyyyyyyyyy duras en la vida tienes dos opciones: o te pones la manta sobre la cabeza para que no entre la luz y te quedas en tu cueva de dolor y refunfuñe eterno o te conviertes en luz y calor para ti y para otros, pues no hay gratificación más grande que la de sacar una sonrisa o la de tomar una mano fría y dejarla cálida. Como soy sincericida por naturaleza, mi secreto es simple: cuando ves y vives lo que de verdad son problemas (tanto en mi experiencia como cooperante en lugares como África y Latinoamérica donde los problemas son el comer hoy tú o tus hijos, el no ser violado o atacado, el poder pagar medicamentos básicos que aquí tiramos... como en la privada, donde podría haber tenido más suerte, dejémoslo en eso), que llueva es sólo la oportunidad de que crezcan los campos y el mundo esté limpio y saludable para quienes moramos en él. ¡Así que ojalá que llueva café en el campo!!!!
¡Gracias por tu tiempo!
La masonería tiene sus orígenes en los constructores de catedrales, en el trabajo operativo de aquellos que han pulido la piedra bruta para alcanzar lo divino. Por eso he elegido que la perspectiva sobre la masonería de una de nuestras Hermanas, que se ha dedicado al estudio de la Historia del Arte, sea la primera entrevista de este sitio: la Q:. H:. Alicia Gálvez Godoy (nombre simbólico "Fénix"), es Historiadora del Arte y Compañera Masón en la Logia Sapientia Ars Vivendi, Oriente de Salamanca, G:.L:.S:.E:.
Al elegir a la QQ:. HH:. Fénix, también tuve otra razón "simbólica" - aquello que la Masonería no la hacen ni los Grandes Maestros, ni los oficiales, ni los presidentes de asociaciones internacionales. Por supuesto, ellos tienen un papel muy importante en el desarrollo de las Obediencias y del ambiente masónico en general, pero este papel no puede existir sin los QQ:. HH:. Porque en fondo, la Masonería lo hacen las Hermanas y los Hermanos en las logias.
Basta mirar un poco y encontramos hermanos remarcables, que viven la masonería y sus principios fundamentales de una forma maravillosa. En silencio, haciendo su trabajo en la logia y llevando en el mundo profano la luz que han recibido en la logia. Ellos son los verdaderos pilares de la masonería.
1. Q:. H:. Fenix, eres Historiadora del Arte y Compañera Mason. Eres también (y esto lo pueden confirmar todos aquellos que te conozcan) una persona con una sensibilidad y una profundidad muy particulares. Eres una "buscadora encontrada", porque en tu búsqueda espiritual, la masonería te ha encontrado. ¿Podrías compartir con nosotras cuál fue la búsqueda interior que te ha hecho tocar a la puerta del templo?
Desde muy pequeña fui una buscadora incansable. Como se puede ser en los diferentes momentos de la vida, de acuerdo a la edad y al proceso de crecimiento; siempre ávida de un conocimiento que se me escapaba entre los dedos y no daba tregua, ni paz. Mi escapatoria fue siempre buscar la Belleza allí donde podía encontrarse y sumergirme en las intensas emociones que despertaba en mí. Un paisaje, una melodía, un libro, una obra de arte… eran el refugio y casi podría decir que la salvación ante una realidad que se me antojaba hostil. Cuanto me rodeaba contribuyó a ello. En mi casa siempre hubo más libros que otros objetos, mi madre siempre con uno en sus manos. Y mi padre, con un pincel en la mano, pintando murales en las paredes de la casa o lienzos imposibles mientras sonaba a todo volumen Beethoven en el tocadiscos… el olor a libro, a óleo… Y solo puedo decir que ambos juntos, mis padres, formaban la más bella poesía, sus almas eran excelsas y hermosas. Y alimentaron mi sensibilidad, me enseñaron a saber contemplar la Belleza y cultivar la poesía. Y aún así, seguía faltando “algo”, pues no hallaba calma.
Mi padre fue iniciado en la R.·.L.·.Manuel Iradier nº 26, en el O.·. de Vitoria, y luego fue miembro fundador, años más tarde, de la R.·.L.·. Luz del Norte nº 63, en el O.·. de Bilbao. Él fue mi primer y principal contacto con la masonería. Y debo decir que en relación a ella su principal enseñanza para conmigo, fue a través del ejemplo. Él no decía, HACÍA. Era un buen hombre, que nos enseñó humildad, fuerza, honestidad, fidelidad, perseverancia, compromiso, trabajo, templanza... Era el espejo donde quería verme reflejada.
Y así fue como decidí llamar a las puertas del templo, pues él cultivaba todas aquellas virtudes, que ya poseía, pero que adquirieron su justa medida en y desde aquel espacio. Y quizá aquel espacio, pensé, me acercara a aquel mi modelo y por fin hallara la serenidad que tanto ansiaba.
Ahora pienso que no podía haber hecho mejor, y a día de hoy me confieso una enamorada de la Masonería, pues hallé mucho más de lo que buscaba.
Y desde entonces, con bordón en mano y vestida de peregrina, camino, siempre buscadora incansable de la luz, pero ya al fin de forma sosegada y disfrutando cada instante del camino.
2. Yo soy una profana en el arte. Por supuesto que tengo algunas preferencias, pero mi nivel es solo aquel de "enamorada del arte" con una cultura muy básica, en ningún caso de "connaisseur". Aun así, hay un libro escrito por uno de mis pintores preferidos, Wassily Kandinsky, que para mí es fundamental: "El espiritual en el arte", donde Kandinsky habla mucho del significado profundo de los colores y de la relación entre música y pintura. ¿Cuál es para ti el color que tiene el significado simbólico más profundo?
Me viene a la mente el recuerdo de una experiencia extraordinaria que tuve con respecto al “color” en el arte. Fue en una exposición en el Museo Guggenheim de Bilbao, hace unos años. Se trataba de una obra del danés Ólafur Eliasson que trabaja en sus esculturas e instalaciones con elementos como la luz, el agua, incluso la temperatura. La obra en cuestión es “Tu atlas atmosférico de color” (2009).
En aquel momento desconocía al autor, simplemente “viví” la obra antes de mirar de quién se trataba y cómo trabajaba.
“Tu atlas atmosférico de color” aparecía ante uno como una habitación sin uno de sus muros, por el que accedíamos los visitantes. Al “fondo”, una pared “inusualmente blanca”, llamaba poderosamente la atención. Tanto que no dudé en acercarme lentamente hacia ella. Cuando mi rostro estaba a tan sólo unos centímetros, y a riesgo de darme un buen golpe, no sé la razón y el impulso que me llevaron a levantar uno de mis pies y dar una paso hacia adelante. Cuál fue mi sorpresa cuando no sólo no me di ningún golpe ( ¡afortunadamente! ), sino que el muro se desvaneció y me encontré avanzando entre una niebla que iba fluctuando entre los colores primarios. Me vi inmersa, literalmente, en aquellos colores.
Probablemente, la obra se activase justamente en aquel momento. Muchos visitantes llegaron después y se internaron en la niebla. Fui muy afortunada de poder haber estado justo en aquel preciso instante, en que aquella intensa luz “blanca” se transformó en aquello que la conforma a nuestros sentidos, los tres colores primarios, a su vez origen de los demás.
Esta experiencia me hace pensar en la atracción que ejerce la luz, simbolizada por el blanco. Se ha utilizado como símbolo de pureza, paz, inocencia, etc… cualidades todas ellas positivas. Pero podríamos pensar en el blanco como nos lo presenta Ólafur Eliasson, en su seno se hallan todos los colores, y podríamos pensar en ellos como inherentes a la realidad material o bien como un “algo” espiritual, luego el blanco sería en esencia el color de la creación, de lo existente, siendo entonces de un valor simbólico muy profundo.
Y aunque cuando pienso en la creación viene a mi mente el color negro, quizá porque miro al cosmos y es lo que veo, ¿no nos enseñó el hermetismo, en su principio de polaridad, que los opuestos son idénticos en naturaleza, pero diferentes en grado?
3. ¿Por qué Fenix? ¿Cómo has llegado a tu nombre simbólico y cómo sientes que te ha influido en tu vida masónica y profana esta identificación con el Fénix?
Siempre me apasionó la mitología. Desde que la estudié en la universidad. Esos personajes magníficos con historias increíbles. Sus representaciones artísticas, sus mensajes ocultos a la vista, pero tan enraizados en lo humano.
Sucedió que el nombre me encontró. Un día entre libros hallé un pasaje de Herodoto (II. 73) en el cuál se narraba que cuando el Fénix moría, se presentaba de nuevo otro/el mismo, cuya primera proeza sería la de transportar el cuerpo de su padre envuelto en mirra hasta el santuario del sol, Helios, y sepultarlo en él. Lo primero que haría, narra Herodoto, sería dar forma a un huevo de mirra todo lo grande que podría llevar y luego probaría a volar con él; una vez realizada la prueba, haría, entonces, un agujero en el huevo y metería en él a su padre, emplastado con la mirra extraída del orificio por el que, al hacer el agujero en el huevo, introdujera el cuerpo (con su padre dentro, el peso volvería a ser el mismo) y, una vez emplastado el agujero, transportaría el huevo al santuario.
Hallé este pasaje pocos meses después de mi Iniciación. Aquel día en que la venda me fue quitada de los ojos, mi padre pasaba al O.·. Eterno. Pocos días después, en la Tenida de Honras Fúnebres en su honor, como última iniciada tuve que cerrar la cadena que había quedado rota y ocupar su lugar. Es muy difícil explicar las emociones y pensamientos que entonces me asaltaron. Una muy profunda que recuerdo sentir fue la de una gran responsabilidad.
En los meses siguientes intenté dotar de sentido a aquel acontecimiento trascendental. A la par que me sumergía en las enseñanzas que me ofrecía la masonería, fui transformando la unicidad en universalidad. Intenté comprender la vida y reflexioné mucho sobre la muerte.
Cuando hallé aquel pasaje, me vi a mi misma, transportando a mi padre en aquel huevo, pues yo era él, de algún modo, después de él. Y entonces sentí que el tiempo se diluía en la eternidad. Y que en aquel huevo se encontraba todo cuanto era, y que aquel fénix no era sino tiempo indefinido e inmutable.
Me preguntas cómo ha influido mi nombre simbólico y su elección en mi vida masónica y profana. Podría decir que quizá, en ambos mundos, aportándome serenidad. Creo que una de las cuestiones que más inquietan al ser humano es la del tiempo, que en el mundo profano adquiere unas cualidades tan pragmáticas que esclavizan al individuo. Reflexionar sobre él y de algún modo aprender a situarse más o menos en el punto exacto para darle un sentido, invita a la calma. Al final, un trabajo más hacia el autoconocimiento.
4. Tengo que decir que te he seguido un poco y - ¡benditas sean las redes sociales! – he encontrado algo que me ha inspirado para mi próxima pregunta. Era una imagen que has compartido con un mensaje: "Be a piece of peace" (Sé una pieza de paz). ¿Cuál es el lugar de la paz en tu vida, en tu actividad, en tu enfoque sobre el arte? ¿Qué significa la paz para el Fénix?
Entiendo la paz como armonía con lo natural, con la naturaleza. Ésta, en su infinita sabiduría, se perpetúa a través de mecanismos que sin contradicciones es capaz de mejorarse a sí misma. El hombre, sin embargo, en su infinito afán por conquistar a la naturaleza, la destruye, destruyéndose a sí mismo. Cuanto más se aleja de ella, más se pierde en el desatino. Ahí aparecen esas “piezas para la paz”, que han interiorizado ese estado de sosiego y de comunión con lo natural, que observan los conflictos del hombre perdido, ante los que a pequeña escala pueden, a través del ejemplo, minimizar aquellos males que el hombre comete contra el hombre mismo.
Y así en la vida diaria, intentar transmitir ejemplo de reflexión, prudencia, compromiso, trabajo, humildad, perseverancia, silencio, serenidad… para mí eso es ser una pieza para la paz, en todas las facetas de la vida.
Me preguntas qué significa la paz para el Fénix… El Fénix es la misma paz, pues la eternidad es su condición y en él tiene cabida todo cuanto es. Aquello que es tiende hacia lo eterno y lo que en este minúsculo espacio tiempo parece arrebatarle a la naturaleza su esencia, no es sino una pequeña mancha en la historia de la eternidad, que al final pondrá todo cuanto es, en su justo lugar. Y ese lugar inefable será sin duda, un lugar de paz.
5. ¿Con qué corriente artística te identificas más y por qué?
Soy una enamorada del arte de todo tiempo y lugar, por lo que me resulta muy difícil responder a esta pregunta. Me podría identificar, realmente, con todas las corrientes artísticas; ellas son el espejo donde se refleja cada época, adentrarse en su estudio es hallar verdaderos diamantes que explican de algún modo cómo somos hoy.
A nivel simbólico, de todas formas, es el lenguaje del Renacimiento el que más me atrae. Determinadas obras (innumerables), presentan tantas lecturas y a tantos niveles, requieren de un conocimiento tan profundo de la mitología y su simbología, la literatura emblemática o los hieroglyphica, el hermetismo… creo que es una de las épocas donde se ha manifestado con mayor magnificencia y belleza el lenguaje simbólico.
6. Te propongo un pequeño juego, del tipo "¿qué raza de can eres?" 😊 Así que, si la masonería tuviera que ser (i) un pintor, (ii) un color, (iii) un cuadro o (iv) una escultura, ¿cuáles serían estos y por qué?
-Como pintor elegiría al albaceteño Jose Luis Serzo (1977-…). Es un artista multidisciplinar que trabaja en gran cantidad de soportes, pero la pintura y el dibujo son a mi entender, sus puntos fuertes. Tuve mi primer contacto con su obra en 2016, en una exposición que se llevó a cabo en el museo de arte contemporáneo Da2 de Salamanca. Para mi sorpresa, aquel día el propio artista guiaba la visita. Creo que fue la última exposición que he visitado en la que casi pierdo el aliento. Y no es algo que suceda todos los días. Cuadros inmensos con paisajes y escenas que recuerdan los grandes cuadros de historia del renacimiento o del barroco. Instalaciones fascinantes de fantasías increíbles, esculturas maravillosas de factura impensable, dibujante excepcional.
Y como en aquellas obras de otra época, múltiples lecturas, a base de una simbología universal, pero bajo el prisma del propio artista, que la viste de su propio estilo. Lecturas que ahondan en la condición del propio Serzo y del ser humano. Contemplar su obra es contemplar el espíritu de un buscador incansable que a través de sus historias y fantasías, busca conocerse a sí mismo. Ese viaje que todos intentamos hacer, él lo dibuja de mil maneras maravillosas. Una reflexión sobre el auto esclarecimiento y la realidad.
-Como color, elegiría el blanco. Por las razones que comenté más arriba.
-Un cuadro, “Las célebres órdenes de la noche” del alemán Anselm Kiefer (1945- ….). Este cuadro, de 1997, tiene unas dimensiones de 514x503x8 cm. Sus medidas nos dan la idea, de un cuadro enorme. Es de una belleza impresionante. Imposible no detenerse ante él, ante su descomunal tamaño en la que un hombre reposa vuelto hacia arriba sobre un suelo reseco, sobre el que cae pesado un cielo nocturno estrellado, que domina prácticamente todo el cuadro. El hombre tiene los ojos cerrados. ¿Pudiera ser lo que vemos en el cuadro una representación de lo que el hombre piensa en ese momento?,¿una reflexión acerca del ser en el cosmos? ¿Un cuestionamiento sobre la magnificencia del universo frente a lo estéril de una tierra cuyos individuos autodestruyen? (si nos fijamos en la fecha de su nacimiento, Kiefer vivió la inmediata posguerra). He elegido esta obra porque la entiendo como un cuestionamiento del hombre sobre el hombre mismo y su lugar en el todo.
- Una escultura: “Caja metafísica por conjunción de dos triedros. Homenaje a Leonardo, 1958”. Esta obra del escultor vasco Jorge Oteiza (1908-2003) me parece, de algún modo, un ejemplo del despojamiento que el masón realiza sobre sí mismo.
Simplificando mucho, Oteiza fue un artista, que como muchos en aquel tiempo, se dejaron influir de lo primitivo en el arte. Sus primeras obras así lo reflejan, toscas esculturas de piedra. Paulatinamente fue introduciendo la geometría y otros materiales como el metal. Poco a poco sus esculturas macizas fueron dejando lugar a espacios vacíos en su interior, empezando a investigar acerca de la desocupación del cilindro, del cubo, la esfera, etc… La escultura dejó de ser lo que el ojo veía, pues aquello que estaba a la vista era solamente el recipiente que enmarcaba la verdadera escultura, el espacio interior. Cada vez más fue abriendo las piezas, que cada vez menos se delimitaban. La consecuencia era liberar finalmente a la escultura de su recipiente. Y así lo hizo de tal forma que siendo consecuente con esta liberación dejó de esculpir en 1959.
Mucho se ha escrito y elucubrado acerca de su obra, pero esa no es tarea para esta entrevista. Lo que me interesa aquí es ese trabajo que va desde la tosca piedra a su evolución en una suerte de vacío que no es tal, pues es fusión con el espacio circundante, un mezclarse con el todo. Algo así como lo que decías en la introducción, “el trabajo operativo de aquellos que han pulido la piedra bruta para alcanzar lo divino”.
La más bella arquitectura es invisible a los ojos.
7. ¿Cómo se ve la masonería de hoy a través de los ojos de una historiadora del arte y cuál sería el mensaje que la H:. Fenix quiere transmitir a un aprendiz masón que le demandaría una enseñanza o un consejo?
Me voy a permitir ver la masonería como algunas obras de Jacques-Louis David. Hermosísimas, impecables en factura y narración. Un poco anacrónicas para la mirada actual de quien no sabe sustraerse a su tiempo, pero en eso creo que nosotros los masones sí sabemos o al menos, aprendemos a hacer.
En cuanto a que le transmitiría a un aprendiz masón que me demandara una enseñanza o consejo… creo que sencillamente le diría “busca, persevera”. Y si no acertase a saber por dónde buscar le diría que comenzase por meditar muy profundamente acerca del cuarto de reflexiones y todos los elementos que lo constituyen y que tenga siempre presente el término VITRIOL, en especial esa letra intermedia que es la R.
QQ:. HH:. Fénix, gracias por tu tiempo, tu sensibilidad y tu profundidad!
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